Esta torta la probé en Estados Unidos hace muchos años y desde entonces me la soñaba, me daba susto que no me quedara ni parecida y que me dañara el recuerdo. Venía rumiando la idea de hacerla desde hace semanas hasta que me decidí, busqué la receta en internet y fui a comprar los ingredientes.
4 huevos
1 1/4 de taza de aceite vegetal (ni se les ocurra hacerla con aceite de oliva)
2 tazas de azùcar blanca
2 cucharadas de esencia de vainilla
2 tazas de harina
2 cucharaditas de polvo de hornear
2 cucharaditas de bicarbonato
2 cucharadas de canela molida (puede sonar pretencioso, pero compré una canela importada, marca Badia y de verdad verdad sabe y huele mucho mejor)
3 tazas de zanahoria rallada
1 taza de nueces (yo no encontré nueces en el supermercado, compré almendras)
En un tazón grande, mezcle los huevos, el aceite y las dos cucharaditas de vainilla. Luego integre la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato, la sal y la canela. Luego la zanahorias y, por último, las almendras o nueces.
Se pone en un molde grandecito enmantequillado y enharinado, a 375ºF por 50-60 minutos. Se pincha con un palillo, si el palillo sale limpio la torta está lista.
Se deja enfriar y se prepara la cubierta:
1/2 taza de mantequilla (de vaca) blandita
250 gr. de queso crema, también blandito.
unas 6 cucharadas de azucar XXX (o azúcar impalpable) cernida para que no quede con grumos, es mejor ir probando y ver qué tan dulce le gusta a uno.
1 cucharadita de esencia de vainilla (la verdad no había entonces le eché esencia de almendras y quedó delicioso y combinaba bien con las almendras, todos pensaron que le había echado amaretto, o sea: puede uno engañar y hacer pasarla por una cosa carísima)
1 taza de almendras picadas.
Se mezcla todo hasta que quede lisa, se pone encime y se mete a la nevera para que no quede muy blandengue.
Para decorar se pueden conseguir unos mazapancitos con forma de zanahoria.
