Un bizcochuelo partido a la mitad (es un bizcochuelo seco y plano, con sabor a deditos, ¿se acuerdan?, que en Medellín se consigue sólo en el Exito marca Migú )
600 gramos de fresas en rodajitas
un poquito menos de una taza de leche con tres cucharadas de azucar mezclado con media taza de ron
Crema inglesa
una taza de leche
tres yemas (oh, no y ¿qué hago con las claras?)
media taza de azúcar
una cucharadita de esencia de vainilla
Se pone a hervir la leche y se deja entibiar. Se baten las yemas con el azúcar hasta que queden de color claro y se les agrega la leche ya tibia y se sigue batiendo (no puede estar muy caliente). Esta mezcla se pone al baño maría y se revuelve con cuchara de madera hasta que la mezcle tape la cuchara (no tiene que quedar espesa espesa), no se puede dejar hervir (por eso es al baño maría) porque se cuaja y queda feísima. de ahí se pasa a un bañomaría invertido, o sea, se pone sobre hielo para cortar la cocción.
Se parte el bizcochuelo a la mitad, se pone en el molde y se baña con la mezcla de leche y ron, luego se baña con la crema inglesa y se le pone una capa de fresas, luego se pone la otra mitad del bizcochuelo y se sigue el mismo proceso, se pone una capa fresas (que sean las más rojitas y bonitas) para decorar.
Sabe mejor al otro día o dos días (pero ¿quien se aguanta un postre dos días en la nevera sin meterle dedo?)
Bueno, con las claras se pueden hacer merengues, más o menos 3 cucharadas de azucar (o fructosa si están a dieta) y se baten hasta que se vean duros, se meten al horno por mucho rato a temperatura bajísima: 100°c
